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La ley suprema de la Iglesia es la salvación de las almas

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El Reino de la Paz

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«salus animarum, suprema Ecclesiae lex»: «la ley suprema de la Iglesia es la salvación de las almas». Este es el principio que debe estar presente tanto en la promulgación como en la interpretación y aplicación de las leyes canónicas.

La salvación del alma está por encima de la obediencia a Bergoglio, de la obediencia a la Jerarquía que lo apoya, de lo que el Sínodo promulgue o prohíba, de lo que los hombres decidan en la nueva estructura de iglesia que se han inventado en el Vaticano. ¡Salvar el alma! ¡Es el fin de la Iglesia Católica! ¡Es el fin que tiene todo hombre en su vida terrenal!

Se está en la Iglesia para salvar el alma no para vivir una vida social, política, económica, humana, cultural, natural…. No se está en la Iglesia para obedecer la mente del hombre, sino para obedecer la Mente de Cristo. Y quien no dé esa Mente con sus normas canónicas o litúrgicas, no se le da la obediencia a esa persona, así lo llamen Papa, así sea Jerarquía en la Iglesia, así se reúnan para hablar -en un Sínodo- de lo que no tienen que hablar.

Muchos dicen: obedece a Bergoglio porque ha sido elegido por los Cardenales. Y si es hereje, que los mismos Cardenales oficialmente lo declaren hereje; pero hasta que no se dé eso, hay que someterse a ese hombre, hay que ver su elección como legítima.

Así piensan muchos en la Iglesia. Y es gente muy intelectual, que necesita apoyarse en una ley canónica, en una razón, para poder creer y actuar. Son gente que todo lo mide con su mente humana: es el racionalismo, que es una blasfemia contra el Espíritu Santo.

Muchos proclaman que la anulación de Bergoglio es como la anulación de un matrimonio: es la Jerarquía de la Iglesia la que decide eso, la que lo anuncia, la que muestra el camino. Si ellos callan, entonces todos a obedecer a Bergoglio. Y esto es un error en el entendimiento humano. ¡Un grave error!

No se pueden equiparar las dos cosas. Porque entre el matrimonio y Dios se da una autoridad que tiene las llaves del Reino y que decide si ese matrimonio es nulo o no. Pero entre un Papa y Dios no cabe autoridad. El Papa está por encima de toda autoridad, no sólo en la Iglesia, sino entre los hombres. El Papa está por encima de todo juicio humano. Y, por eso, no es posible la equiparación.

Cuando un hombre, que no es Papa, se sienta en el Trono de Pedro como Papa, ya la misma Iglesia ha puesto la ley que regula este caso, que es la Bula Cum ex Apostolatus Officio del Papa Pablo IV. Sólo hay que obedecer a esta Bula para anular a Bergoglio. Y esto lo puede hacer cada alma en la Iglesia, sin esperar algo oficial, porque la salvación del alma es antes que la obediencia a un hereje: «Si alguien os predica otro Evangelio distinto del que habéis recibido, sea anatema» (Gal 1, 8).

«vosotros extirpad el mal de entre vosotros mismos» (1 Cor 5, 13b). ¿Cómo se extirpa el mal de tener un falso Papa en la Iglesia Católica? ¿Esperando una resolución oficial de alguna Alta Jerarquía de la Iglesia? ¿Va a llegar eso, en algún momento? ¿Esperar eso es vivir una ilusión o vivir la realidad?

«no os mezcléis con ninguno que, llevando el nombre de hermano, sea fornicario, avaro, idólatra, maldiciente, borracho o ladrón; con estos, ni comer» (1 Cor 5, 11b). Bergoglio es idólatra: no cree en el Dios católico. Bergoglio es ladrón: ha usurpado la Silla de Pedro. Bergoglio es avaro: obra el comunismo en su ministerio sacerdotal. Bergoglio es fornicario: fornica con la mente del demonio y pare la idea masónica en la Iglesia. Bergoglio es borracho: está sediento de la gloria del mundo. Bergoglio es maldiciente: su palabra protestante es una maldición para toda la Iglesia. Entonces, hay que concluir: con Bergoglio no hay que mezclarse; con él, ni comer: ni asistir a una misa suya. No se puede partir el pan junto a él. No se puede concelebrar con él. ¡No se puede!

¿Hay que esperar a una alta Jerarquía para poder cumplir el Evangelio, que es el Derecho Divino en la Iglesia? ¿Hay que estar obedeciendo a Bergoglio, mientras llena nuestra cabeza de inmundicia, sólo porque está sentado en la Silla que no le corresponde, y porque la Jerarquía calla? Para el que tenga dos dedos de frente, para el que tenga un poco de sentido común, las razones que dan los intelectuales para seguir acatando las órdenes de un hereje, no tienen ningún sentido.

Esto es la sencilla Palabra de Dios que, actualmente, nadie sigue en la Iglesia. No les interesa esta Palabra porque viven de su negocio.

Es todo muy sencillo. Pero nadie toma en cuenta esta verdad. Están esperando que alguien de la Iglesia lo haga para que oficialmente no haya que dar la obediencia a Bergoglio. Y este es el error. Están esperando una ley canónica, un escrito oficial de algo que ya se sabe, que ya es ley por Derecho Divino. ¡Y esperan en vano! ¡Y esperan sin fruto! ¡Y esperan con el peligro de la condenación de sus almas por estar obedeciendo a un hombre que no es Papa!

Hoy día, se niega a Dios el Derecho de poner y quitar Su Papa; de dar y recoger las Llaves del Reino; de hablar directamente con sus almas, sin intermediarios; de guiar a Su Iglesia sin una cabeza visible, sólo con Su Cabeza Invisible, que es Cristo. Se niega el Derecho Divino.

Se niega la ley Eterna y se hace caso sólo a las diferentes leyes eclesiásticas, humanas, litúrgicas, que los hombres ponen. Se quiere medir la Gracia con la cabeza del hombre, acotándola con sus leyes, normas y disciplinas. Y eso lleva a ponerse el hombre por encima de la ley de la Gracia, en la propia Iglesia de Jesucristo. Eso lleva a reescribir la Mente de Dios.

No se resuelven los problemas de la Iglesia con datos estrictamente jurídicos, porque toda ley tiene que servir al Derecho Divino, al orden pensado y querido por Dios en Su Iglesia, que es un orden espiritual, no material, no humano, porque la Iglesia es el Reino del Espíritu, no es un Estado, no es una sociedad humana. Es el Cuerpo Místico de Cristo, en que el alma es la principal en esa sociedad espiritual. No es el común, no es la comunidad de fieles los importantes en la Iglesia. No se hacen leyes para un común, para un pueblo, sino para el alma, para cada alma.

Muchos no han comprendido para qué sirve el derecho canónico. Y están en la Iglesia atados a esas leyes, a esas normas, a esas disciplinas, sin la libertad que da el Espíritu para discernirlo todo.

El fin de la Iglesia es salvar las almas. Es un fin divino. Y, por tanto, todo el derecho canónico se fundamenta, no en la sociedad: no es allí donde está la sociedad, allí hay un derecho, una ley; sino que se fundamenta en el alma: allí donde hay un alma que salvar, allí se da la ley de la gracia, allí hay una ley, que debe ser un medio –no un fin- para salvarla: hay que salvarla, hay que ponerla un camino espiritual que la lleve a salvarse y a santificarse. Y, por tanto, toda norma positiva nunca debe esclavizar a las almas para conseguir este fin divino. Si las leyes canónicas no son un medio para cumplir este fin, entonces no sirven para nada en la Iglesia. Son un tropiezo. ¡Y un claro tropiezo!

En la Iglesia, el alma no se puede esclavizar al juicio de los Cardenales que eligieron a Bergoglio en un Cónclave. No se puede decir: hasta que la misma Iglesia no diga que esa elección fue nula, hay que tenerla por válida, porque esa elección se hizo de acuerdo a las normas existentes en la Iglesia.

Este es el punto en que muchos intelectuales, mucha Jerarquía, se quedan. Han dogmatizado la ley de los hombres, la obra de los hombres: lo que hicieron esos Cardenales al elegir a Bergoglio. No son capaces de ver que esa elección fue nula, no por ley canónica, sino por ley de la gracia. No atienden al derecho que tiene Dios de decir: no os doy otro Papa. Esto, los intelectuales, no saben verlo. Y, por eso, exigen obediencia a un hombre que no es Papa por derecho divino, iure divino. Es sólo papa por derecho humano, por elección humana, según unas leyes establecidas. Pero es el papa de los hombres, no es el Papa elegido por Dios para Su Iglesia. Es un falso papa, para una falsa iglesia, para una falsa estructura externa, al cual no es posible la obediencia, porque en la Iglesia hay que guardar los principios del Derecho Divino si se quiere seguir siendo Iglesia. Esto cuesta entenderlo a los intelectuales, a los que bucean en las leyes canónicas para creer o no creer que Bergoglio es Papa.

El fundamento del derecho canónico se busca en la misma naturaleza de la Iglesia: en Pedro. La Iglesia está fundamentada en Pedro, que es la Voz de Cristo en la Iglesia, Su Vicario. Y, por tanto, la Iglesia tiene a Pedro como camino de salvación. Se quita a Pedro, inmediatamente, no hay camino de salvación en la Iglesia.

La Iglesia es Pedro, no es el conjunto de Apóstoles, de Obispos, de fieles. No es la sinodalidad lo que hace ser Iglesia. Es el Papado la esencia de la Iglesia. Es el ejercicio del Papado. Por eso, Benedicto XVI se ha convertido en un Papa inútil, no sirve a Cristo para llevar a las almas hacia la salvación: le han sido arrebatadas las Llaves del Reino de Dios. Es un Papa que ya no puede atar y desatar en la Iglesia. Es lo que Conchita dijo: es un Papa que no cuenta. Es inútil sin las Llaves del Reino.

Jesús puso Su Iglesia en Pedro, en su persona humana. Y le dio todo lo necesario para que las almas, en la obediencia a Pedro, encontraran el camino de salvación en Cristo.

Dios salva a las almas en Pedro, no fuera de Pedro. Si los hombres anulan a Pedro –como hicieron al imponer la renuncia al Papa Benedicto XVI-, Dios se retira de todos los hombres, de toda la Jerarquía eclesiástica, y éstos, se quedan sólo en la estructura externa, que han creado, se quedan con sus magníficas leyes, sin la Gracia del Papado, -que es fundamental en la Iglesia-, para guiar una nueva iglesia, que no es la Iglesia de Pedro, y que es incapaz de llevar a la salvación.

Dios es el que legisla su Iglesia, no son los hombres. Es el Derecho Divino la garantía de rectitud y de elasticidad, de justicia y de equidad, para el derecho canónico. No es el conjunto de normas canónicas ni litúrgicas. Si no se atiende a este Derecho Divino, entonces los hombres no ven el camino de lo sobrenatural, de la Gracia, en las normas jurídicas. Y hacen de lo jurídico un dogma. La Gracia está por encima de toda norma positiva. Cuando no se atiende a este punto, entonces viene la crisis que trae el positivismo jurídico. Viene el aceptar a un hombre, que no es Papa, porque así las normas de la Iglesia lo han establecido. Esto es lo que muchos están predicando.

Obedezco a Bergoglio porque ha sido elegido Papa en un Cónclave, según el derecho canónico. Esta obediencia es ponerse por encima del Derecho Divino. Este seguir lo que el Cónclave ha elegido, según sus leyes canónicas, es anular la ley de la Gracia. Se sigue el juicio de unos hombres, pero no el Juicio de Dios. Se está diciendo que los Cardenales no pueden poner a un falso Papa, sino que siempre van a poner a un Papa legítimo y, por tanto, hay que someterse a eso, hay que obedecer, guste o no guste. En el fondo, están legitimando el pecado con sus normas jurídicas. Es lo que hicieron en la elección de Bergoglio.

Todos sabían que Benedicto XVI seguía siendo Papa. Y pusieron otro Papa, yendo en contra del dogma del Papado. Pusieron un pecado para que todos obedezcan a ese pecado en la Iglesia. Legitimaron el pecado de muchos como norma en la Iglesia. Esta es la abominación que se da en la Iglesia desde hace más de 18 meses.

¿Qué fue la comunión en la mano? Lo mismo: una abominación. Legitimar el pecado de sacrilegio con una norma litúrgica, que no tiene fuerza de ley en la Iglesia, porque sólo hay que aplicarla en casos excepcionales; y muchos sacerdotes imponen a sus fieles comulgar en la mano: están mandado obrar un pecado. Y los fieles, por su ignorancia en la vida espiritual, por su falsa obediencia a la Jerarquía, hacen caso de un mandato humano, de una norma litúrgica que no obliga a nada ni a nadie. Hacen caso y lo toman como un mandato divino. Y se crean un oscurecimiento de su conciencia. Ya la conciencia no ve el mal de comulgar en la mano. Lo ve como algo que Dios quiere: y eso es una abominación. Se anula el Derecho Divino: el orden que Dios ha puesto en la Eucaristía.

Así es con Bergoglio. Lo mismo que con la comunión en la mano. La elección de Bergoglio como Papa no obliga a nada ni a nadie en la Iglesia, porque no se puede poner dos Papas en la Iglesia. No se puede ir en contra del dogma del Papado. Benedicto XVI sigue siendo Papa porque no ha renunciado al Papado, sino al ejercicio del ministerio. Es el Papa al que hay que someterse en la Iglesia para seguir siendo Iglesia, la Iglesia de Pedro, la verdadera, la católica, la que no cambia por los cambios de los tiempos, la invencible. A Bergoglio no hay que someterse en nada, porque no es Papa: es un falsario.

Pero la blasfemia de muchos consisten en esto: una vez que prueban que Benedicto XVI sigue siendo el Papa legítimo y, por tanto, Bergoglio no puede ser Papa; en vez de someterse a esta verdad, eligen la ley canónica que elevó a Bergoglio a la Silla de Pedro. Eligen el juicio humano, lo que los hombres han decidido al margen de la Voluntad de Dios, y así cometen un triple pecado: de apostasía de la fe, de herejía y de cisma.

En esta blasfemia caen muchos por su racionalismo: todo lo quieren medir con sus leyes, con sus filosofías, con sus teologías. Y no se puede medir la mente de Dios ni lo que es la Iglesia con la mente del hombre, con una ley jurídica.

La salvación del alma tiene que estar por encima de lo que se decida en el Sínodo. Ese Sínodo es el cisma oficialmente declarado: se va a legitimar el pecado.


13 comentarios

  1. Apocalipsis dice:

    Muchas gracias por este tema tan interesante,más claro imposible.Dios le siga bendiciendo.

  2. elias dice:

    Quien sigue hoy el ejemplo de los apóstoles?
    Sus catequizados romanos fueron capaces de dar sus vidas, martirizados, por amor a Jesús. Que extraordinaria tuvo que ser la enseñanza que de Pedro y Pablo recibieron, rechazaron la forma de vivir de sus antepasados para adherirse a Cristo. Hoy como el cerdo que vuelve a su vómito, dejan a Jesús y su Evangelio para volverse al pecado, que enseñanza es la que están dando? Por que no se les dice que con la gracia de Dios es posible ser fieles a Cristo y su evangelio? Dios no nos pide imposibles. Dios Padre echó del Paraíso a Adán por su desobediencia, por que en vez de buscar la forma de enseñar a obedecer e iniciar el camino de vuelta a la Casa del Padre se busca el no contrariar al hijo rebelde?
    Yo diría que porque no aman ni a Dios ni a sus hijos.

  3. natalia dice:

    Qué mal me suenan esos puntos que salieron del sínodo! Oh mi Señor, guíanos siempre por tu Camino, a pesar de todo…

  4. Juan Pablo dice:

    Qué manera de decir gansadas! Uno no quiera andar criticando por criticar, pero esta homilía es demasiado. Qué manera de improvisar tonterías tras tonterías. «Aquí me pongo a cantar al compás de la bigüela». Puro guitarreo barato. Dice lo que se le da la gana como se le viene a la mente.
    Por supuesto no podía faltar la alusión a la misericordina y a la confusión como: «Pero Dios no existe!» ¿Qué dijo?
    Todo en la Misa es sagrado y la homilía es importantísima. La explicación a los fieles de la Palabra de Dios. Pero esto es un guitarreo impropio. Y hablo del que se sienta en la Silla más sagrada.
    Benedicto volvé que te necesitamos.

    http://www.aleteia.org/es/religion/noticias/papa-francisco-el-dios-spray-no-existe-son-tres-personas-muy-concretas-5882042310983680

  5. josephmaryam dice:

    Son sólo las palabras de un hombre que ha perdido la cordura. Un pobre loco: eso es Bergoglio. Su homilía demuestra su locura. No habla con el sentido común, sino con la ruptura de la lógica más elemental. No tiene ni idea de lo que es el Padre, de lo que es el Hijo, de lo que es el Espíritu Santo. Y muchos menos sabe hablar de Jesús como Dios. Sólo lo pone como su amigo del alma. Habla del demonio que hay en su mente que le hace ver a Jesús como un amigo. Y al Espíritu como un extra para el camino. Y el Padre como el que acoge a todos con su misericordia. Porque, claro, la misericordia no sólo nos perdona, sino que nos da mucho más. Es su herejía luterana de que sólo la misericordia salva y santifica a todo el mundo, así sea un demonio y viva como un demonio.

  6. josephmaryam dice:

    Este es el cisma oficial que el Vaticano presenta desde el Sínodo:
    1. No presentar la doctrina de Cristo, sino el lenguaje herético para reescribir una nueva doctrina. No hay que decir lo que es pecado. Hay que ayudar a la gente a que siga en su pecado. No hay que decirle su pecado. Hay que comunicar un lenguaje que guste, que no haga fruncir el ceño. Comuniquemos sentimiento humano, pero no la Verdad del dogma. Así llegamos a todo el mundo y todos entran en la nueva iglesia donde el pecado se legitima por la mente del hombre.
    2. Justificar el pecado: cada uno tiene su vida y, por tanto, cada uno hace su camino. Todo vale, porque es la ley de la gradualidad. Ya no es la ley de la gracia. Date tiempo para seguir en tu pecado, en tu vida, pero no luches contra el pecado, no luches contra el demonio, no luches contra el mundo. Ya no hay enemigos del alma. Todos, en sus camino, encuentran siempre la salvación. Hay que dar tiempo para que cada alma, en su inútil vida, donde no se ofrece la doctrina de la verdad, encuentre la verdad que nadie predica. Es el absurdo de querer salvar y santificar el alma sin ofrecerle el camino verdadero, las exigencias en esa vida.
    3. No atacar, no juzgar, no ver lo negativo, no hablar en contra, no condenar, no hacer justicia, no castigar al que peca, no oponerse a la mente del otro, respetar cada idea humana. El matrimonio civil es santo. Reconoce los derechos de los que se casan no por la Iglesia: viven bien, viven de acuerdo a la Voluntad de Dios. Ya no hay infierno, ya no hay purgatorio, porque ya no hay pecado. El matrimonio homosexual hay que implantarlo en la Iglesia. ¿por qué no? Hay que hacer una propuesta más atractiva a lo que la gente exige en nuestro tiempo, en nuestra historia. Hay que enfocar lo positivo de la homosexualidad. Pero, si es una abominación. ¿Que cosa positiva tiene algo abominable? Ven la maldad del lenguaje. No hay que mostrar la norma de moralidad. No hay que se moralistas, sino sentimentales.
    4. El sexo es maravilloso, no lleva al pecado. Todo es válido en la sexualidad. Aprendamos de los que fornican para hacer la espiritualidad del sexo. No hablemos que el sexo fuera del matrimonio es pecado. No tratemos eso. Integremos eso en la nueva doctrina sobre el sexo: todo es válido. Fornicar no es pecado. Adulterar no es pecado. Masturbarse no es pecado. El sexo anal no es pecado.
    5. Aprende de la historia, aprende de los hombres, aprende de las cosas del mundo. Con ese aprendizaje, se desarrolla el dogma y se redefine el credo, la nueva fe, el nuevo evangelio. El divorcio es algo del nuevo testamento, algo que enseñó Jesús. La doctrina católica del matrimonio ha evolucionado. No es siempre la misma. La historia la ha cambiado. Ven la herejía. Aprende de la historia para cambiar la doctrina de Cristo sobre el matrimonio.

    ¿Ven el claro cisma? Ya es oficial. Se ha reunido para esto.

    • Juan Pablo dice:

      Escuchando y sin poder dar crédito a lo que escuchaba:

      “La Iglesia se concentró mucho en el justo rechazo al matrimonio homosexual, Y ESTO IMPIDIÓ DESARROLLAR UNA PROPUESTA MÁS RICA Y ATRACTIVA. Debemos enfocar más lo positivo que lo negativo, más el valor atractivo que la prohibición, más la propuesta que la norma. Tanto se habló en contra de la sexualidad fuera del matrimonio que la sexualidad en el matrimonio parece una imperfección permitida”

      Se podrían decir muchas cosas de estas burradas nada inocentes.

      Del asno que oficia de portavoz del Vaticano, Padre (infiltrado) Dorantes.

  7. Luis dice:

    En la audiencia general del 8 de octubre de 2014 dijo Francisco:
    »(…) hoy ¡hace 70 años que hice la Primera Comunión! Pero, hacer la Primera Comunión todos nosotros debemos saber que significa entrar en comunión con los otros, en comunión con los hermanos de nuestra iglesia, pero también en comunión con todos aquellos que pertenecen a comunidades diferentes, pero creen en Jesús. Agradezcamos al Señor, todos, por nuestro bautismo, agradezcamos al Señor todos, por nuestra comunión, y para que esta comunión sea al final una comunión de todos juntos.
    Queridos amigos, ¡entonces vamos hacia adelante hacia la unidad plena! La historia nos ha separado, pero estamos en camino hacia la reconciliación y la comunión. Y esto es verdad, ¡esto tenemos que defender! ¡Todos estamos en camino hacia la comunión! Y cuando la meta nos pueda parecer demasiado lejana, casi inalcanzable, y nos sintamos atrapados por el desaliento, nos anime la idea de que Dios no puede cerrar su oído a la voz de su propio Hijo Jesús y no cumplir con sus y nuestras oraciones, para que todos los cristianos sean verdaderamente una sola cosa. Gracias.»

    En los mensajes recibidos por María de la Divina MIsericordia se advierte sobre ese nuevo significado de la comunión, la unión de todos, no la presencia real de Jesús. Y por supuesto, la nueva única religión mundial.
    Desde el día de la elección, Francisco habla de que vamos en camino. ¿Al infierno?

    • josephmaryam dice:

      «La historia nos ha separado», no el pecado. Luego, todos somos unos santos. No hay verdades absolutas, sino que cada uno tiene su verdad, que le diferencia del otro. Y sólo se trata de hacer la unidad en la diversidad. Esta es la herejía del falso ecumenismo.
      ¿De qué le sirvió a este hombre la primera comunión? Le sirvió para sellar su infierno: su condenación en vida.
      La Eucaristía es para alcanzar la santidad que el mundo no busca ni quiere, que no se puede encontrar en las demás religiones, porque no tienen la Eucaristía ni, por tanto, la Vida de Dios.
      Bergoglio está predicando la doctrina luterana: crees en Jesús, eso basta para salvarte, para hacer unidad. Vamos todos hacia la unidad en un mismo lenguaje herético, pero nunca habla de conversión, de arrepentimiento del pecado, de la confesión, de la expiación del pecado, de la ira de Dios hacia la persona que peca.
      Estamos en camino para condenarnos: este es el mensaje de Bergoglio, que se ha vuelto loco. ¿Qué haces en la Iglesia Católica si no te sujetas a lo que salva: el dogma? ¿Qué haces buscando la comunión con quien no está en gracia de Dios, con quienes viven en sus malditos pecados?
      Es un hombre loco, que se merece el manicomio.

    • Maria dice:

      Este Bergoglio no conoce límites….nadie lo calla…todos ciegos o haciéndose los ciegos que es peor…
      Esta empecinado en negar la Sangre de Cristo en la Cruz….de todas las maneras posibles….pero no le es posible anularla….y esto porque la Cruz de Cristo es el único camino al cielo…
      Por qué no habla de la justicia de Dios?
      Por qué no habla de la vida tortuosa de los santos?
      Si todo es taaaan poético Cristo sobra…..
      Vamos Bergoglio….que con Dios no jugas….solamente Dios sabe por que te permite hables así…pero el límite lo pone Dios no tus demonios.

  8. ana dice:

    Padre Joseph, muchas gracias por exponer claramente el pensamiento de la Jerarquía y del común de los fieles, es un pensamiento totalmente legalista y fariseo, ellos no tienen ningún argumento para sostener que este hereje es Papa más que decir que fue elegido en un cónclave; en cambio, para darse cuenta que es un falso papa hay muchos argumentos, el más importante sin duda es el dogma del Papado; pero, además, está lo que dice Arturo, es un masón y; por tanto, está fuera de la Iglesia. También es conocido de todos que sostenía herejías públicamente antes de ser elegido en el cónclave; por tanto, no puede ser papa, si creemos lo que nos dice el Señor en el Evangelio para descubrir a los falsos profetas «por sus frutos los conoceréis», está más que claro las acciones y dichos de Bergoglio en estos 18 meses. Por otra parte creo que en la situación actual de la Iglesia -que pasa por el peor momento de su historia- es una ilusión pensar que alguien podría declarar que Bergoglio no es papa o que es hereje, etc. Nosotros debemos estar tranquilos con nuestra conciencia y muy agradecidos del Señor que se ha preocupado de mostrarnos el camino correcto para salvar nuestras almas, no necesitamos apoyarnos en documentos oficiales, nuestra fe está por encima de ese tipo de papeles.

    • Apocalipsis dice:

      Ana, fíjese que recien elegido Bergoglio fuí a confesarme con el sacerdote para pedir perdón al Señor porque yo no veía a Bergoglio como Papa , él sacerdote un poco alarmado me dijo que esto no era posible ya que fué elegido en un cónclave y dijo algo acerca del Espíritu Santo ( entendí que fué elegido por Espíritu Santo ),pensando que estaba pecando lo hice para poder comulgar, desde entonces sigo pensando que Bergoglio es un usurpador y posiblemente el falso profeta, aún así asisto a misa, comulgo con precaución de que nada esté cambiado .
      Digo esto porque habrá personas que se dejen llevar por lo que le diga el sacerdote en confesión ,tengan cuidado , muchos le apoyan , la gran mayoría ,pero Bergoglio no es Papa .

  9. arturo dice:

    pero si bergoglio es masón, tampoco puede ser papa por el derecho canónigo. como bien ud apuntó en el blog anterior en el parrafo del encabezado que dice que no se puede pertenecer a asociaciones que conspiren contra la iglesia, , y según el código de 1917 debería ser excomulgado de inmediato.. al menos habría que denunciarlo digo yo…

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